Sin lugar a duda, el bailar nos hace más felices. En el caso de la música techno aún más si cabe, debido a la libre expresión del cuerpo y la mente a la par que la música, sin danzas predeterminadas, letras que nos guíen o falsos sentimientos. La música Techno es de libre expresión y comprensión.
A todos nos ha pasado en alguna ocasión que suene un tema en un grupo de amigos y que cada uno se lo lleva a un sentimiento diferente. Sin que se vea influenciado con ningún recuerdo del pasado, desde el éxtasis al sentimiento más melancólico. Por poner el ejemplo de un tema, esto nos ha pasado mucho con Ringo de Joris Voorn, donde hemos observado a personas cayéndose las lágrimas y a otros bailando como si no hubiera mañana.
«Sin la música, la vida sería un error»
Cuando bailamos, en nuestro cerebro se liberan endorfinas. Unos neurotransmisores que generan una sensación de bienestar, relajación, alegría y empoderamiento. La música y el baile no solo activan en nuestro cerebro los circuitos motores y sensoriales sino también los centros del placer. De hecho, neuro-científicos de la Columbia University (EEUU) afirman que cuando nos movemos en sintonía con el ritmo, los efectos positivos de la música se amplifican. Por tanto, un pequeño secreto para sacarle el máximo partido a la música consiste en sincronizar nuestros movimientos con el ritmo, así obtendremos «placer por partida doble».
En 2013 psicólogos de la Örebro University trabajaron con un grupo de adolescentes que sufrían ansiedad, depresión y estrés, además de presentar síntomas psicosomáticos como dolor de cuello y espalda. A la mitad se les pidió que asistieran a dos clases de baile a la semana, mientras el resto siguió su rutina cotidiana. Al cabo de dos años, quienes se mantuvieron asistiendo a las clases de baile (en las que se ponía énfasis en la alegría del movimiento más que en el desempeño), no solo mostraron una mejoría notable de los síntomas psicosomáticos sino que también afirmaron sentirse más felices.
Como dijo el filósofo Nietzsche «Sin la música, la vida sería un error», no vamos a ser nosotros quien lo contradiga, a quemar nuestras zapatillas como solo nosotros sabemos en las pistas de baile.