Empujados por las malas noticias que invaden los medios de comunicación con respecto a los cierres inesperados de algunas de las salas emblemáticas del panorama Techno y de club a nivel nacional y de cancelaciones de festivales en España, nos vemos obligados a pronunciarnos sobre ello. La última sala que ha anunciado su cierre ha sido la conocida Sala Maxime, en el centro de la capital madrileña, donde nació la sesión Nox que tan buena acogida ha tenido por parte del público clubber. Pero no es la última ni la primera. A esto hay que sumarle el inminente cierre de Space Ibiza tras la finalización de esta temporada, la ya anunciada venta de la sala el jardín en Gijón, l
a cancelación de Marenostrum Music Festival y las polémica que se están levantando alrededor de amnesia ya contadas en artículos anteriores, hacen que muchas personas nos lleguemos a preguntar qué está pasando y qué causa todo esto.
a cancelación de Marenostrum Music Festival y las polémica que se están levantando alrededor de amnesia ya contadas en artículos anteriores, hacen que muchas personas nos lleguemos a preguntar qué está pasando y qué causa todo esto.¿Por qué en este país decimos no, al turismo de Techno en la península?
Los mayores perjudicados somos un público que se entrega al 100% en cada festival y/o fiesta y que ve como muchas de las sesiones, salas y festivales de sus cercanías o en los que hemos madurado musicalmente, no dan buenas noticias sobre su futuro. Permisos, quejas de vecinos y trabas (excesivas) en los ayuntamientos son las causas que nos encontramos cuando los medios se hacen eco de la noticia. Resulta curioso que siempre que salta la más mínima noticia relacionada con alguna sala, festival o evento, siempre se acaba colgando el cartel de cerrado y no hay marcha atrás (salvo en pocas ocasiones).
¿Por qué no regulan bien la legislación relacionada con las fiestas en cuanto a calidad se refiere? ¿Por qué no dan permisos y no dejan abrir locales a las afueras de las ciudades (que es donde tendrían que estar para no molestar a la demás ciudadanos)? ¿Por qué no poner unos requisitos mínimos para abrir un local nocturno o hacer un festival, bien clarificados y con ayudas a nuevos emprendedores con buenas ideas? ¿Por qué en este país decimos no, al turismo de Techno tan aclamado en otros rincones de Europa? ¿Por qué no hacemos los festivales en lugares que no se usen y que estén alejados de la población?
Muchas preguntas que nos gustaría poder responder pero que, por ahora, serán una incógnita. Solo nos queda rezar y que este artículo llegue al ordenador de algún político que comparta nuestros pensamientos y así dejemos de ver malas noticias en nuestro panorama. Y porqué no soñar con que se reabran salas míticas como Aixa Galiana en Avila, La Sala Paladium, El Jardín de Gijón, La isla tortuga (Ciudad Real, lugar donde se realizaba el TechnoLove), Macumba en Madrid… Pero a pesar de que nos lleguen malas noticias, una cosa está clara: UN TECHNERO NUNCA dejará de SOÑAR.