Anoche se reunió el consejo de Islington para decidir sobre la licencia de FABRIC.
Tras más de SEIS horas, la respuesta fue «ADIOS LICENCIA». Las más de 130.000 firmas recogidas no han sido suficientes para evitar este cierre. Culpan al club por «permitir» el acceso con drogas a la sala, alegando que no se realizan las suficientes medidas pertinentes para evitar esto, pero ¿hasta que punto esto no sucede cada fin de semana en cualquiera de las salas de una discoteca? ¿Qué nivel de cacheo es necesario para poder evitar esto?
La medida no empieza por ir cerrando a capa y espada todos y cada uno de los locales en los que se puedan consumir drogas por que una pastilla va escondida dentro de un calcetín, además, tachan al Club como una cultura de la droga que «no se puede controlar» y en realidad fueron los medios de difusión los que las popularizaron en la década de los 60, invadiendo todos los aspectos de la sociedad.
Cabeza de turco para FABRIC que a pesar del intento popular por evitar lo ocurrido, el alcalde de Londres, el cual prometía «Cuidar la cultura nocturna» tiene que rendir cuentas como buen político y hacer lo que para ellos es lo más correcto, colgando el cartel de CLOSED.
La sala aún no ha realizado ningún comunicado al respecto.