¿Quién no ha oído alguna vez a su madre decir que no tiene nada que ver la velocidad con el tocino, o que no se deben mezclar churras con merinas? Y que como más sabe el diablo, es por viejo que por diablo, debemos hacerles caso ya que, con la música, pasa lo mismo.
En la escena actual de nuestro país, muchos aceptamos que el techno haya cambiado, que sus sonidos sean más claros, que se halla reducido su velocidad y que hasta se hallan inventado máquinas que te sincronicen sonidos para introducir en tus sets y hacerlos más completos…Pero lo que no vemos con buenos ojos es que se junten dos estilos totalmente opuestos, en estilo, cultura, forma, calidad de elaboración…
Últimamente es lo que algún productor esta empezando ha hacer. Mezclar el techno que tiene como bandera la amistad, la alegría, la evasión, el respeto y la diversión, con el conocido Reggaeton que denigra con reiteradas falta al respeto al sexo femenino y sus temas están colocados en los tops mundiales, con letras como «súbete la falda que quiero verte el tanga» o «yo soy tu gatita» entre otro muchos, y que para lo único que están inventados estos temas son para enriquecer los bolsillos de artistas y que sus seguidores «perreen» largas horas con bailes sexuales .
https://www.youtube.com/watch?v=E_wuQKa18u8
Temas como este están empezando a salir a la luz, siendo pinchados por grande djs, que no queremos nombrar para no dañar su imagen, pero que a la vez ellos mismos la dañan comercializando un mundo que ya lo está más de lo que debería. No estropeemos nuestro gusto, ni olvidemos el origen de nuestra cultura. El techno fue creado para la diversión y reivindicación de una raza y de un pueblo pobre.