Review Sonus Festival 2016

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Review Mugako

Cuando planeas ir al Sonus, no es como para otros festivales, que te lías la manta a la cabeza y de un día para otro te plantas allí como uno más. No. Croacia está en la otra punta de Europa, y si planeas ir en próximas ediciones, te recomiendo que empieces a ahorrar. De momento no hay vuelos low cost, y solo en el billete ya te dejas un pico. Es un festival joven que nació en 2013, pero tremendamente ambicioso, con un cartel que no deja indiferente a nadie. Traen a los grandes de los grandes en pleno agosto, justo cuando en Ibiza está en su momento más álgido. Las entradas cuestan cerca de los 200€, pero si echas cuentas, no es tan caro para ser un festival de 5 días, que en la práctica se convierten en 6 y en el que tenéis la posibilidad de ver a tanto deejay de calidad a la vez.

Las primeras dificultades las encontramos en la forma de llegar a la isla de Pag, donde se desarrolla el evento. Hay vuelos desde España a Zagreb y a Split, pero ambos aeropuertos quedan lejos, y se hace necesario buscar un medio de transporte. Hay buses y trenes, pero no olvidemos que hace 20 años Croacia estaba en guerra, cosa que se manifiesta en muchos aspectos en este país. El transporte público es impuntual y los croatas se toman la vida con mucha más calma que en España. Recomendamos que contratéis un servicio privado de transporte, hay múltiples empresas que ponen a vuestra disposición furgonetas con chófer y que por un precio módico permiten que hagáis paradas en los puntos turísticos de interés, y si viajáis en grupo, merece la pena pagar un pelín más y hacer el viaje a vuestro ritmo.

La ciudad más cercana al festival es Novalja, y creedme, no hay nada como un atardecer o un amanecer vistos desde este punto de la tierra. Es una experiencia inolvidable que le da al festival un encanto especial único. Hay muchas formas de conseguir un alojamiento allí, desde un hotel u hostal hasta alquileres de casas y apartamentos. El precio es asequible tanto del alojamiento como de la comida. Es curioso que sale más o menos igual comprar en el supermercado que comer fuera, con lo que aconsejo salir a comer comida croata, que pese a estar a los pies del Adriático, ofrece una buena carta mediterránea. La ciudad entera se llena de festivaleros de múltiples nacionalidades. Gente de toda Europa, e incluso del otro lado del charco, se reúnen en Pag para disfrutar de unos días del buen techno en un enclave inigualable.

Lo primero que nos encontramos al empezar el festival es que no hay recinto. La playa de Zrce es un golfo en el cual han construido varias discotecas al aire libre a pie de playa. Tres de ellas, Kalypso, Papaya y Aquarius, son las que acogen al festival. Por un lado, es una ventaja, pues el sonido es de excelente calidad y el servicio de camareros y limpieza es bueno, ya que son lugares que tienen clientela todo el verano, pero por otro lado es un engorro tener que salir y entrar para cambiar de “escenario”, pasar el control cada vez que cambias de sala con sus consiguientes colas y que no te dejen pasar la bebida de un local a otro. Los controles son exhaustivos y no solo van buscando que no entréis alcohol de fuera, y teniendo en consideración que puede que cambies de sala varias veces en una noche, es posible que pases 4 ó 5 controles en un solo día. También hay una rareza más, y es que el festival va de 16 a 21h, cierran dos horas y vuelven a abrir de 23h a cierre. Hay afterparties solamente dos días, el segundo y el último, que duró casi 24h.captura-de-pantalla-2016-09-12-a-las-20-36-11

El primer día del festival hubo un huracán y el evento se canceló hacia las 3 am. Menos mal que al menos pudimos disfrutar de Len Faki y Apollonia. Pero la lluvia y el viento hicieron que Adam Beyer y Marco Carola se suspendieran y muchos nos fuimos a casa con la pena de no poder verles. La organización comunicó al día siguiente a través de las redes sociales que Carola pincharía en la sesión de tarde y Adam Beyer cerraría sustituyendo a Monika Kruse, que se había puesto enferma. El que al final pinchasen fue una alegría para muchos, pero sin embargo debo decir que la organización no avisó de los cambios en el festival. Mucha gente no se enteró de estos cambios porque no disponían de datos móviles y la wifi del festival no funcionó bien ninguno de los cinco días. Considero que podían haber anunciado las modificaciones que se hicieron aunque fuese en carteles hechos a mano,  sin embargo esto es una opinión personal. No hace falta decir que Carola lo partió, aun habiendo cambiado un cierre por una sesión de tardeo, y Adam Beyer cerró con un techno profesional que está a otro nivel. Pan-Pot lo petaron, tanto por la noche del tercer día como en el tardeo que se marcaron en el cuarto. Además tuvieron un gran acercamiento al público firmandocaptura-de-pantalla-2016-09-12-a-las-20-41-20 camisetas y banderas e interactuando con los groupies. Luciano tuvo dos sesiones también, y como siempre, dejó el pabellón bien arriba. Los Martínez Brothers y Loco Dice hicieron que quemásemos las suelas de nuestras zapatillas, pero en cambio Seth Troxler decepcionó haciendo una aparición considerablemente pasado y eso que pinchaba a las 18h de la tarde. Se le fue la música hasta en tres ocasiones aunque fue recuperando la compostura a lo largo de su sesión. Capriati para mí no estuvo a la altura, y he de decir que soy bastante fan. Me pareció que en el cierre del tercer día iba algo lento, pero la gente que estuvo en la fiesta en el barco afirma que lo clavó. Tale of Us son grandes y el cierre fue simplemente brutal. Tini, Dixon, Karotte, Dubfire, Recondite,… con nombres así ¿algo malo se puede decir? Musicalmente el festival en general fue aún mejor de lo esperado, con la excepción de Villalobos, que como últimamente nos tiene acostumbrados llegó con tal colocón que no podía pinchar dos canciones seguidas. El público le abucheó ycaptura-de-pantalla-2016-09-12-a-las-20-34-39 e insultaron al ver su deplorable actuación, y Zip tenía que ponerse a los platos constantemente para que la música no perdiese continuidad.

No pretendo hacer una crítica feroz, pero otro problema añadido al festival es el tema de la seguridad. Hubo muchos hurtos, robos  y mochilas rajadas. En una zona con un nivel adquisitivo más bajo que sus visitantes, el turista se vuelve carne de cañón para los maleantes. Se ha dado el caso de que los propios miembros del equipo de seguridad de la organización encerraban en el baño a los asistentes y les pedían todo el dinero que llevaban encima, por lo que recomiendo que si asistís en el futuro a este festival vayáis con mil ojos y que el dinero y documentación lo llevéis a buen recaudo. Supongo que según este festival se vaya haciendo más veterano la seguridad será mayor y estas cosas quedarán como meras anécdotas.

Pese a todo ello es un festival con un cartel impresionante y que si os gusta el buen techno, no dejaréis de disfrutar. Yo lo recomiendo con entera sinceridad, pues he pasado unos días increíbles en un festival de playa que no deja indiferente a nadie.

By Elka