En la denuncia del grupo Kraftwerk contra una artista alemana de hip-hop, la más alta instancia judicial del país considera que la libertad artística prevalece sobre el interés económico.
En su fallo, el más alto tribunal alemán estima que si la infracción de un derecho de autor fue «marginal», la libertad artística tiene prioridad sobre los intereses del titular del derecho de autor. Por lo tanto, los jueces consideran que el “sampleo” es un proceso artístico legítimo en la medida en que el nuevo trabajo no entre en competencia directa con la canción original y no cause daño financiero al titular del derecho.
Esto ha sucedido con el hip-hop, aunque también ha empezado a extenderse en otros estilos como el pop… En el mundo del techno esto ya ha ocurrido varias veces, pero no vamos a recordarlas puesto que no queremos dañar la imagen de ningún dj, aunque si lo dice el tribunal Alemán… ¿Que dirá ahora la SGAE?