El pasado jueves Deborah se encontraba en New York y tenía que desplazarse hasta el aeropuerto internacional de Barajas para pinchar en La Vaca Club (Ponferrada) y en la sala Kubik (Ciudad Real). A las 8.35pm coge el vuelo con el cual va a realizar este trayecto y a las dos horas de haber despegado, tres ventanas del avión se rompen, causando el pánico, como bien ella misma ha detallado por sus redes sociales, entre lloros y algún gesto de pánico de los demás pasajeros el avión da media vuelta con destino New York, sobrevolando más lento de lo normal y a menor altura, al final el avión consigue llegar en óptimas condiciones sin más peligro para los pasajeros. Una hora después de estos hechos relatados, se confirma que han encontrado otro avión para despegar, con la sorpresa para Deborah, que una vez dentro del mismo, al ser situada en el mismo asiento, ella se da cuenta de que no les han cambiado de avión, sino que es el mismo reparado a marchas forzadas ya que se había dejado entre medias de los asientos un utensilio personal y allí estaba, con el resultado que a los 20 minutos de haber vuelto a despegar el comandante decide dar otra vez media vuelta y volver a aterrizar.

Ante la incompetencia de la compañía aérea al no encontrar otro vuelo y viendo que el tiempo se agota, Deborah hizo público lo que la estaba sucediendo y ante tal peligro que habían sido expuestos tanto ella como el resto del pasaje, finalmente, dos horas después del segundo aterrizaje forzoso se reubica al pasaje en otro avión y consigue llegar a Madrid sin más problemas, siendo recogida en el aeropuerto de Barajas y llevada a toda prisa hasta Ponferrada en coche.

El equipo de Techno Experience felicita a la artista por su profesionalidad y que pese al cansancio pertinente que llevaría en su cuerpo, no dejo tirados al público y promotores de La Vaca Club, chapo por ella.