Con mas ilusión que nunca volvemos al valle de la música, esta vez en su especial XX aniversario.
Llegamos a Arriondas sobre la 1 de la tarde y el tiempo era el que siempre nos hemos encontrado, nublado con una temperatura idónea para un festival. Nos dirigimos al camping de abajo, donde podíamos tener los coches al lado de la tienda. Nada más llegar ya notábamos una de las mejores cosas que tiene Aquasella, el ambiente bueno y festivalero en el camping.
Después de un buen rato de descanso en el camping, nos dirigimos a la zona de día, donde estaba pinchando el integrante de Phikal group Yulian, poniendo un tech-house muy elegante y bailongo que gustó mucho al público.
Decidimos entrar al festival sobre las 23:30 donde en el open air estaba Mario Biani, música del row muy bailonga y empezando a atraer público a la carpa principal, público más juvenil donde probablemente más de uno pisaba por primera vez el valle y con el row de por medio habrán quedado enamorados del valle del techno. Algo que no nos gustó y pudimos apreciar de por medio fue el escenario principal, como siempre una estructura increíble con un montaje solo al alcance del row… pero el mismo que pudimos ver en Valencia. Esperábamos algo nuevo y acorde al XX aniversario de Aquasella.
Sin pararnos mucho en el open air, fuimos a la carpa Carlsberg donde estaba acabando Nuke y empezaba Horacio Cruz con un techno de calidad. Le costó arrancar en la sesión teniendo un par de fallos, pero en cuanto se asentó, no pudimos parar de quemar zapatilla, aunque ya nos fijamos que el sonido no era muy bueno (problema que se arrastraría a lo largo del festival), pero de momento se podía disfrutar bien de la música.
Llegaba el turno de Paula Cazenave, quien siguió con la linea de Horacio, con techno animado y contundente y poniendo algún clásico. Paula es de ese tipo de artistas que no te deja respirar ni un segundo: zapatilla y más zapatilla. Nos dejaste sin aliento. Sin descansar, fuimos a ver a unos de los mejores del open air, Andres Campo, quien fue el único que metió un poco de caña en esta zona.
Turno de Nicole Moudaber a la que teníamos muchas ganas de ver y donde nos colocamos en la parte de delante, cerca de la cabina (hay que decir que era imposible esta ya que las cajas de subgraves estaban mal ecualizadas y era imposible aguantar mas de 5 minutos en ese lugar). Decidimos ir a ver a Spartaque quien estuvo en su linea de techno contundente y siempre animando desde cabina. El tío se las goza siempre detrás de los platos y resulta un autentico placer para los oídos y para la vista ver profesionales que aman su trabajo. Sin duda fue una de las sesiones que más nos gustaron de la noche del viernes.
Al finalizar la sesión Spartaque marchamos hacia el Open Air, nos apetecía un poquito de cachondeo y música bailonga y la recibimos de las manos de George Privatti y Marc Maya. Como la llamamos nosotros, música para vacilar. No paramos de bailarnos tema tras tema a los residentes del row. El público se encontraba bastante entregado a la causa y el confeti que volaba por el prado, hizo de este Aquasella algo diferente, el buen rollo se respiraba en el ambiente.
Sin darnos cuenta nos dieron las 8 de la mañana y el cierre del festival llegó. Era hora de iniciar el camino hastaa nuestra base en el camping para retomar un poco de fuerzas. El baño en el río nos supo a gloria. Ese agua congelada hace que se pasen todos los males y se enfríen los pies, dejándote como nuevo para acudir a la carpa de día y empezar de nuevo la marcha.
CONTINUARA…